28 de julio de 2019

Una visita al Palacio Nacional

Por ahí dijo alguien que habían pasado 23 años de su vida para poder conocer este impresionante edificio, que constituye un patrimonio histórico y cultural de El Salvador; pues, ¡sorpresa!, yo casi duplico esa cantidad de años y luego de varias décadas de ver sólo desde afuera, por fin pude ingresar y conocer por dentro esta joya arquitectónica.
Inicialmente, el Palacio Nacional albergó a los tres poderes del Estado salvadoreño. Ocupa una manzana completa en lo más concurrido del centro histórico de la ciudad y su diseño parecido a los palacios romanos llama mucho la atención de los transeúntes.
Sus salones cuentan con una decoración heterogénea pero muy estética. Sus lámparas en el techo, el diseño de pisos y cielos falsos, y la pintura en las paredes, son aún testigos de la vida política en otros tiempos.
El edificio cuenta únicamente con dos niveles, y en su interior hay un enorme jardín que aporta un agradable contraste de materiales.
Definitivamente, el Palacio Nacional es una visita obligada para todo aquel que aprecia la historia y la cultura salvadoreñas.




















*Todas las fotografías de este blog pueden ser utilizadas siempre y cuando se acrediten a alfredorecinos.blogspot.com

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